La fisura


La cárcel de Cabildo, administrada por la Orden de las Hermanas de la Caridad del Buen Pastor, no es una cárcel común. Es un rincón olvidado de las reformas batllistas que a principios del siglo XX, separaron a la Iglesia del Estado.

Es una cárcel-convento. Aloja a las mujeres presas de Montevideo y desde diciembre de 1968 a las presas políticas.

El edificio, antiguo pero bien conservado, con paredes caleadas, rejas con volutas, aleros con tejado, patios interiores con canteros y macetones, es engañoso. Su régimen de vida es estricto, perverso y medieval. Prescripciones de todo tipo, trabajos obligatorios, horarios y rutinas que hay que cumplir. Todo establecido, todo reglado.

El 16 de julio de 1969 parte el Apolo 11 de cabo Cañaveral. Tres astronautas, Armstrong, Aldrin y Collins viajan con destino a la Luna. No son los primeros viajes espaciales tripulados: antes Laika, Gagarin y Valentina, soviéticos, (una perra, un hombre y una mujer) habían ya surcado el espacio infinito y vuelto a la tierra sin novedad.

Pero el 16 de julio de 1969 lo hacían tres yankees, a bordo del Apolo11. Y mientras Armstrong, Aldrin y Collins viajan entre las estrellas rumbo a la luna, aquel sub-mundo atrasado que era la cárcel de Cabildo, aquel pedacito de Medioevo rezagado en una manzana montevideana, veía alterada su rutina.

Uno de los pocos destellos de modernidad de aquella cárcel: el aparato de TV blanco y negro. Su uso con límites: solo si uno acude en hora a la salita donde lo guardan y mira durante una hora una telenovela argentina, "La Galleguita", puede, a continuación, mirar el informativo del canal 4. Y eso es todo, el aparato se apaga y las presas a sus camas.

Pero Armstrong, Aldrin y Collins vuelan hacia la Luna y aquello altera la rutina. El 20 de julio, en la salita de Cabildo del sector Centro y también en el San José y el Tabaré, se prenden los televisores y se puede ver, en blanco y negro y con interferencias, el alunizaje del Apolo 11 y poco después a Amstrong pisando suelo lunar. El mundo los está mirando, en Cabildo también. El 24 de julio se repite la excepción: las hermanas autorizan ver el amerizaje en aguas del Océano Pacífico y luego los festejos de aquella hazaña.

En la cárcel de Cabildo en Julio de 1969, en el sector Centro, siete presas políticas y dos comunes han roto la rutina, han volado con el Apolo 11 hasta la luna, han bajado con Amstrong, han pisado suelo lunar.

Será la primer fisura en aquella estructura rígida y predeterminada, en aquel régimen carcelario.


Ma Elia